jueves, 22 de octubre de 2015

Disfunción del suelo pélvico en las mujeres

Cuando presenta irregularidades, el piso pélvico acarrea molestias diversas, debido a que no puede cumplir con sus funciones. Es necesario tratar los síntomas con la reeducación pélvica y ejercicios.
TÉCNICAS de LA REEDUCACIÓN PÉLVICA

Ejercicios

Los ejercicios realizados mediante la reeducación pélvica permiten mejorar la contractilidad y el control de los músculos pélvicos. Se efectúan primero con un fisioterapeuta en su consultorio. Luego, el profesional enseña a la paciente algunos movimientos simples que puede realizar en casa. Toma en cuenta que se recomienda practicarlos a diario durante 10 minutos (como mínimo) para tener resultados notables.

Inserción

El fisioterapeuta enseña a la paciente a insertar una sonda en la vagina para efectuar estiramientos del suelo pélvico. También se puede utilizar un dilatador cuando la mujer sufre dolores al mantener relaciones sexuales. Este aparato reduce las dolencias, ya que favorece la distensión de la musculatura. Por lo tanto, contribuye a tener nuevamente relaciones sexuales placenteras.

Biofeedback

Se utiliza esta técnica para aumentar el control muscular. Consiste en emplear un aparato manejado por una computadora, el cual permite grabar la actividad muscular para que la paciente pueda visualizar la contractibilidad y distensión de sus propios músculos. De esta manera, se optimizan los ejercicios realizados por el fisioterapeuta, ya que la mujer toma conciencia de la musculatura de su suelo pélvico.

ELECTROESTIMULACIóN

Se coloca una sonda con electrodos en la vagina para incrementar la contracción de la musculatura del suelo pélvico. Es importante destacar que dichos electrodos provocan contracciones mediante una corriente leve. La paciente empieza a sentirlas sin poder controlarlas. Esta técnica optimiza el trabajo de reeducación pélvica, debido a que la mujer puede percibir los movimientos de sus propios músculos.

Manual

El fisioterapeuta realiza una exploración vaginal durante la cual la mujer tiene que contraer los músculos, adecuándose a las presiones que el profesional efectúa. Es un método muy eficaz en el cual la paciente aprende a localizar la zona que debe tratar y tonificar. Una vez que la mujer domina la técnica, puede hacer ejercicios de autoexploración en su casa. Para tener efectos óptimos, se recomienda practicarlos a diario.

Pesario

El pesario es un dispositivo flexible en plástico o silicona que se introduce en la vagina para sostener el útero, vejiga y recto. Generalmente, se utiliza cuando los síntomas de disfunción del suelo de la pelvis son intensos y que existe contraindicaciones para realizar una cirugía. Toma en cuenta que el ginecólogo tiene que auscultar a la paciente para prescribir un pesario adecuado a sus problemas.

Problemas ocasionados por las disfunciones en la pelvis

La disfunción del suelo pélvico acarrea molestias importantes que afectan la vida cotidiana de las mujeres. Entre éstas, encontramos:

Incontinencia

Las mujeres que presentan disfunción del suelo pélvico suelen sufrir incontinencia urinaria y/o fecal, la cual aparece cuando efectúan un esfuerzo (reír, toser, practicar un deporte o levantar un peso, por ejemplo) o presentan contracciones involuntarias de la vejiga y recto. Este problema se manifiesta a través de micciones o evacuaciones de las heces involuntarias.

Estreñimiento

El estreñimiento puede ser causado por una tensión excesiva de la pelvis, la cual presenta dificultades en contractar y distender los músculos pélvicos.

Vestibulodinia

Este trastorno femenino se asocia a una tensión excesiva del suelo pélvico. Se caracteriza por la aparición de dolores en la entrada de la vagina (vestíbulo vulvar). La mujer afectada suele presentar sensaciones de quemaduras y desgarros al mantener relaciones sexuales o cuando realiza movimientos que implican una presión del vestíbulo (exámenes ginecológicos o inserción de tampones, por ejemplo).

Descenso

Cuando los tejidos pélvicos fallan, los órganos sostenidos pueden descender. Este fenómeno se llama prolapso genital.

Hábitos perjudiciales, reeducación y opciones quirúrgicas

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Alfredo Villarroel Goytia

Ginecólogo - Obstetra

Se caracteriza el suelo pélvico por ser una red de músculos, ligamentos y otros tejidos que sostienen los órganos de la pelvis, actuando como una hamaca. Cuando estas estructuras se contraen o aumentan su sensibilidad, pueden causar dolores en la pelvis, ocasionando pesadez en el área de la vagina y abdomen inferior. Generalmente, la aparición de los síntomas es variable. De hecho, las manifestaciones se intensifican cuando la mujer está en posición vertical, se estira o tose y se reducen cuando se acuesta o relaja. Asimismo, algunas pacientes pueden tener relaciones sexuales dolorosas.

Es importante destacar que el piso pélvico no es rígido, es decir que se adapta a nuestros movimientos, pero mantiene una adecuada tensión que sujeta los órganos de la pelvis. Sin embargo, cuando el suelo pélvico se debilita, las estructuras que sostiene pueden descender, lo que altera su función. Por lo tanto, suelen aparecer una serie de disfunciones como la incontinencia urinaria o fecal, prolapsos (caída de los órganos intraabdominales), dolores en la espalda y problemas sexuales.

Las alteraciones del suelo pélvico vienen condicionadas por lesiones musculares o nerviosas, traumatismos durante el parto y defectos congénitos del tejido conectivo. Asimismo, por el aumento del peso del útero durante el embarazo y ejercitar precozmente los músculos abdominales o practicar deportes luego de dar a luz. Los cambios hormonales ocasionados por la menopausia pueden provocar una disminución de la vascularización y atrofia de los tejidos de la pelvis. En cuanto a los hábitos cotidianos que suelen acarrear disfunción del piso pélvico, encontramos el uso de vestimenta ajustada, practicar canto, tocar instrumentos de viento y retener orina por tiempos prolongados.

El tratamiento de la disfunción del suelo pélvico consiste en mejorar el tono muscular de la pelvis, mediante diferentes ejercicios (micción entrecortada y contracción de los músculos perineales varias veces al día, por ejemplo). Otro punto muy importante es el uso de crema vaginal con estrógenos para fortalecer la vascularización y disminuir la atrofia vaginal. Las pacientes pueden también realizar reeducación de fisioterapia. Es relevante destacar que la cirugía da solución al descenso de los órganos. Entre los diferentes actos quirúrgicos, podemos mencionar la colposuspensión anterior para prolapso de vejiga. La colporrafia posterior se realiza para tratar los rectoceles (herniación del recto hacia la vagina) y la histerectomía vaginal se efectúa en pacientes que presentan un descenso del útero y prolapso genital total.

No debemos olvidar hacer hincapié en la prevención, evitando los causantes que pueden producir a la larga este tipo de patología. También es necesario realizar una consulta médica para llegar a un diagnóstico precoz y una solución adecuada.




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