sábado, 25 de julio de 2015

Incontinencia fecal (Encopresis)

Tal como sucede con la orina, las manchas de heces en la ropa interior del niño causan conflicto en sus padres, la causa puede ser alguna anomalía digestiva, pero en alto porcentaje se debe a problemas emocionales que involucran directamente a los papás. Cuando un niño (mayor a cuatro años) sufre pérdida voluntaria o involuntaria de orina se dice que padece enuresis que hablamos la anterior semana, pero cuando se trata de materia fecal el problema recibe el nombre de encopresis, el cual es menos común que la primera. Ocurre en casos muy raros en la adolescencia y se presenta en mayor número en varones que en niñas.

De acuerdo a algunos estudios al respecto, 15 por ciento de quienes sufren encopresis lo heredaron de sus padres, es decir, alguno de ellos lo padeció en su infancia. Ahora bien, dentro de las causas se reconocen dos líneas: fisiológicas, que refieren a algunas anomalías orgánicas o psicológicas, aunque se conocen casos donde se combinan ambas.

Cuando existe encopresis sin presencia de estreñimiento se trata de un problema psicológico, siendo frecuente en niños que fueron exigidos en exceso durante el entrenamiento del control de esfínteres (músculo que abre y cierra el orificio que da salida a la excreción u orina, o para retenerlos, como los del ano y la vejiga), el cual pudo haber sido inadecuado o punitivo (doloroso, represivo o agresivo), causando incluso fobia al inodoro.

En todos los niños encopréticos suele producirse vergüenza ante los demás, con sentimientos de culpabilidad y baja autoestima, acrecentándose el problema al sufrir acusaciones de padres y hermanos, o al ser descubiertos por los compañeros de escuela.

Los pediatras no reconocen una edad específica para que el chico aprenda a usar el baño, la cual señalan que depende de su madurez física y psicológica. La expresión facial, postura o palabras revelan que el niño desea orinar o defecar.

El primer paso en la enseñanza es que el niño se muestre deseoso de cooperar y si aún denota miedo no debe obligársele; si protesta vigorosamente es mejor esperar un poco. Tenga en cuenta que algunos problemas en el hogar pueden dificultar la labor de aprendizaje, por ejemplo, si la familia acaba de mudarse de casa o lo hará pronto, si viene en camino un nuevo bebé o hay uno recién nacido, o bien si hay conflictos familiares, o alguna enfermedad grave o muerte en el entorno social.

Tenga en cuenta que a cualquier edad las tensiones psicosociales o las enfermedades pueden determinar la regresión del control de esfínteres o una alteración en los hábitos intestinales que puede potenciar nuevamente la encopresis. Finalmente, consulte a su pediatra si el niño presenta cambios en la naturaleza de las heces o si muestra molestias al defecar.



Pediatra - Neonatólogo

Contactos: 74155025

Reynols_24@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario