sábado, 25 de julio de 2015

Parálisis facial Se incrementa en invierno

Conocida también como la parálisis de Bell, es una forma de parálisis facial temporaria que se produce por el daño del nervio facial, que viaja a través de un canal óseo estrecho. Es frecuente en el invierno.

Controla la cara.
El nervio facial controla los músculos de la cara, incluso aquellos para parpadear y cerrar el ojo, sonreír y fruncir el ceño. El nervio transporta impulsos a las glándulas lacrimales y las salivares, entre otros. “Es más frecuente en invierno. Aunque no está demostrado científicamente se cree que el golpe del calor al frío es una las causas”, explicó el neurólogo Alejandro Peralta, del Centro de Neurología y Diabetes.

Una lesión en este nervio interrumpe los mensajes que el cerebro le envía a los músculos produciendo así la parálisis facial.

Por lo general, afecta solo a uno de los costados (izquierda o derecha), es muy raro a ambos al mismo tiempo.

Síntomas.
Varían entre las personas y fluctúan en gravedad desde una debilidad leve a parálisis total, pueden incluir tics, la incapacidad de cerrar bien el ojo o un dolor o molestia detrás de la oreja.

“Si una persona identifica estos síntomas debe acudir rápido al doctor. Detectada a tiempo la recuperación será más rápida”, dijo el neurólogo Javier Rojas.

Al sufrir una parálisis facial, las personas tienen el temor de que sea una embolia; sin embargo, Peralta explicó que la diferencia radica en que en esta última paraliza la cara de mitad para abajo, no verticalmente.

Rehabilitación.
Según Peralta, el tratamiento de esta lesión es en base a fisioterapia. “El rostro se recupera en su totalidad en tres meses aproximadamente”, indicó.

Dermis

¿Puntos rojos en la piel?

Los puntos rojos, también llamados puntos rubí aparecen con frecuencia a partir de los 40. “Es un detalle de envejecimiento no relacionado con el sol y que tiene un componente familiar clarísimo”, indicó el doctor Ramón Grimalt, dermatólogo y docente de esta especialidad en la Universidad de Barcelona.
Así, si el padre o la madre presentan muchos puntos rojos, es muy posible que los hijos también los tengan cuando alcancen la cuarentena.

Son pequeñas dilataciones capilares debidas a fallos en el sistema vascular. “Es parecido a lo que ocurre en las piernas con las varices. No obstante, mientras las varices transcurren en paralelo a la superficie de la piel, en este caso la trayectoria es perpendicular y aparecen pequeñas dilataciones redondeadas”, detalló el médico.

Estas lesiones no representan un problema de salud y no requieren tratamiento desde el punto de vista médico. Si es un problema estético, los puntos rojos se pueden borrar. / Efesalud.com

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