domingo, 28 de abril de 2013

En El Alto venden jugo de rana, aseguran que es curativo

Juan Canasa abre la rana con un cuchillo evitando derramar la sangre, separa las vísceras y las deja en una bolsa negra, corta en cuatro al anfibio y echa los trozos a la licuadora junto a seis cucharadas de pito de maca. Todo se mezcla casi con un litro de agua.

Para disimular el sabor picante del preparado, que tiene una consistencia gelatinosa, se le suele poner fruta y miel. Por ejemplo, don Mario lo pide con papaya. Asegura que desde que lo toma, en ayunas y hace un mes, su tos ha cesado.

Otras personas lo piden con diferentes pitos y hierbas. “Se pone canapalco chinchirocama, ujauja, isaño; cada plantita te sirve para limpiar el hígado, el riñón, la próstata”, dice Juan, quien asegura que sus brebajes prácticamente lo curan todo.

Él es uno de los naturistas que vende jugo de rana con maca en El Alto, con la suposición de que este licuado tiene propiedades curativas y energizantes.

Juan tiene su puesto en el pasaje Peatonal, ubicado en la plaza Cívica de la Ceja. Asegura, casi a gritos, que “el jugo de rana es una bebida excelente para los que se olvidan demasiado, para los niños que no pueden aprender en la escuela, para la impotencia sexual y la vista”.

Y para promocionar su brebaje lo invita a quien se pare cerca de su puesto. Mientras, sigue resaltando las propiedades del preparado que sirve para las molestias de hueso, de barriga y para cuanto dolor se pueda imaginar.

Las personas escuchan y luego de unos minutos comienzan las preguntas. “Me duele el riñón al orinar, ¿qué puedo hacer?”, consulta Alejandro, quien lleva una radiografía. La solución, dice el naturista, tomar extracto de rana. El medio litro, ya embotellado y con etiqueta, cuesta 40 bolivianos y el vaso pequeño, cinco.

Otro señor dice que le duele la espalda, Canasa lo ausculta y el remedio, una vez más, es jugo de rana. Y así suman y siguen los pacientes y él, en todos los casos, receta la misma medicina.

Juan trae las ranas del mercado del pescado, ubicado en la final Los Andes, y provienen del lago Titicaca. Las pequeñas, de diez centímetros, cuestan 20 bolivianos y las grandes, de 15, valen hasta 50.

Ricardo Silva es otro de los naturistas que vende los jugos en El Alto, pero además también comercia las ranas vivas para que los clientes puedan preparar el brebaje. Su puesto está en la calle Junior, perpendicular a la avenida 16 de Julio.

Cuenta que muchos se asustan cuando tienen que matar a la rana y luego prepararla, por eso es que prefieren ir en ayunas a su tienda para que él les haga el jugo.

Lagartijas

En su local hay tres baldes con agua donde nadan unas 50 ranas. Además hay un acuario vacío con 200 lagartijas y dos serpientes de unos 30 centímetros de largo.

De pronto doña María Choque entra cojeando a la tienda. “Mi rodilla suena y no puedo moverla”, dice acongojada.

Se levanta la pollera y muestra su rodilla, mientras Ricardo agarra una lagartija y con unas tijeras le corta la cabeza y las patas “para que no le rasque”, y la cola se mueve con vida propia durante todo el proceso.

La sangre que gotea del reptil es untada en la rodilla hinchada de la mujer, mientras Ricardo le quita la piel al animal, le saca las vísceras y luego venda los restos en la pierna de María.

Al día siguiente, la paciente deberá quitarse la venda y “sentirá como si se hubiera puesto yeso; si no hace efecto hay que ponerle serpiente”, dice el naturista.

Y en cuanto a los jugos, también los ofrece para las diversas dolencias.

Canasa va más allá y asegura que los prepara también con ratón, víbora y zorro. “Estos (jugos) ya son más fuertes, si tomas jugo de ratón te pones más vivo, de zorro te hace más sádico”, comenta.

Receta del jugo
Procedimiento Inicialmente se lava el anfibio muerto, luego separa los órganos internos, la parte en cuatro y la lleva a la licuadora. La piel de la rana es separada para luego ser vendida a los fabricantes de carteras.

Acompañamiento El jugo de rana es acompañado con una variedad de productos según el gusto del cliente, algunos consumen con pito de maca y distintas hierbas. Otros mimetizan el sabor mezclando con su fruta favorita y endulzando con miel de caña o chancaca.

Costo El precio de un jugo de rana en la Ceja varía entre los cinco a 10 bolivianos dependiendo del acompañamiento.


Testimonios
Álvaro vásquez Médico Las ranas vienen del lago Titicaca, donde tenemos enfermedades endémicas, parasitosis, nemátodos, todo esto se encuentra en el anfibio y si se lo consume sin hervirlo, lo que haces es ingerir los huevos de estos parásitos. Las enfermedades las producen las bacterias, virus y estos parásitos.Si un enfermo consume esto para mejorar su inmunidad, tener mayor energía y más fuerza, lo que se está haciendo es conseguir un efecto contrario. Si no se tiene el cuidado de informarse antes de ingerir el jugo de rana y de cerciorarse de la limpieza del anfibio, se obtiene un efecto contrario.


Mónica Barreda NutricionistaLa mezcla de una proteína (rana) con un producto vegetal (fruta) sobrecarga la función del aparato digestivo, porque al comer carne cruda se digiere más lento. Muchas propiedades que le atribuyen a la rana no están estudiadas, son sólo “snobs” alimentarios. La población no tiene educación sobre el valor nutritivo de los alimentos, aunque puede que la parte psicológica influya en la curación de algunas enfermedades.Además, hay que tener cuidado con la manipulación de ranas en condiciones antihigiénicas.

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