Un emprendedor holandés creó una empresa, Orthometals, que recupera y recicla los materiales aún útiles de las prótesis de personas fallecidas y cremadas. Los empleados de Ruud Verberne están acostumbrados a buscar y clasificar los trozos artificiales de otros seres humanos, desde rótulas a caderas, realizados en materiales como cromo cobalto y titanio.
Después de la muerte y cremación de sus propietarios, las piezas son recuperadas por Orthometal, que así recicla toneladas de metal a través de los crematorios.
Una vez al año las prótesis son enviadas a Zwolle, donde tiene sede la compañía, para el proceso de clasificación: así se recuperan entre 200 y 250 toneladas de metal procedentes de Europa y unas 20 toneladas de Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Tras deducir los costos de transporte, personal, alquiler, equipamiento e inversión, los beneficios restantes son en parte devueltos a los crematorios, con el fin de apoyar acciones caritativas.
La empresa mueve más de cinco millones de dólares de volumen de negocios, pero su margen es débil: sobre 131 dólares de beneficios, Ruud Verberne devuelve entre 78 y 98 dólares a los crematorios.
“Al principio -explicó Verberne a la revista alemana Der Spiegel- a mí también me parecía morboso”. En 1987, trabajaba en una empresa de reciclado de aluminio cuando un cirujano que tuvo que operar a su hija, Jan Gabriels, le habló del problema de los metales ortopédicos.
Le hicieron falta diez años para dejarse convencer y crear la empresa junto con el cirujano: “Llegué a la conclusión -dijo- de que podíamos reciclar las prótesis respetando al mismo tiempo a sus antiguos propietarios”.
Para 1998 la empresa ya se había extendido a Bélgica, y hoy está presente en 19 países. Los datos recuperados por Orthometals revelan así un panorama de las prácticas médicas y socioeconómicas relacionadas con la colocación de prótesis.
“Vemos que el nivel de salud en Europa es elevado. Hay muchos implantes”, comentó Verberne, aunque subrayó diferencias entre los crematorios de regiones ricas, como Cannes y St. Tropez, y pobres, como en Lille (todas localidades francesas). Los responsables indicaron que las prótesis sólo son recicladas con el acuerdo de los miembros de la familia del difunto.
Metales preciosos
Cremación Luego de la cremación, se recuperan también metales preciosos como el oro, la plata o el platino.
Fundición Los ataúdes son despojados de enchapados en oro de los crucifijos, manijas y adornos antes de entrar en el horno y son recogidos por la empresa de reciclaje para la fundición.
Uso Ninguno de los implantes recuperados se vuelve a utilizar, aunque estén en perfecto estado, por respeto a los muertos.
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