lunes, 13 de junio de 2011

¡Cuidado con el déficit de yodo!

El consumo de yodo disminuye el riesgo de padecer enfermedades como el bocio y retardo mental, conocido técnicamente como cretinismo. El déficit de yodo se da en lugares alejados de la costa marina y en países del tercer mundo en vías de desarrollo. Por ello, el consumo de sal yodada en Bolivia es imprescindible. Sin embargo, según estudios, lamentablemente no todas las sales del mercado están realmente yodificadas.

La deficiencia de yodo representa un problema nutricional en gran parte del planeta. Este déficit no está sujeto al desarrollo socioeconómico como el resto de las deficiencias nutricionales, sino a factores ambientales y específicos ligados al ciclo biológico del yodo.

A parte de ser la causa principal del bocio, el trastorno más llamativo pero el de menor importancia, constituye también la causa de otros trastornos que adoptan expresiones graves que van en función a la magnitud de esta carencia.

“Aún se piensa que las consecuencias de la deficiencia de yodo se reducen únicamente al bocio e hipotiroidismo, pero se ha demostrado que deficiencias leves pueden causar trastornos sutiles pero de gran trascendencia social como que un niño tenga alrededor de 15 puntos menos en su coeficiente intelectual si es yodo deficiente, respecto de los que no carecen de esta sustancia”, dice Wilbor Brun G, médico gastroenterólogo -endoscopista que realizó un estudio sobre el déficit de yodo y sus consecuencias en Cochabamba, como enfermedad metabólica dentro de la gastroenterología.

La deficiencia de yodo tiene consecuencias terribles, por ello es que se le debe otorgar la importancia que merece; de hecho, es la principal causa de daño cerebral en niños, pero lo que es peor es que es evitable y aún así 50 millones de niños padecen una deficiencia nutricional de yodo en el mundo.

“La prevención y control de la deficiencia de yodo se logra mediante el consumo de alimentos procedentes del mar que deben ser consumidos por lo menos cuatros veces a la semana; aún así suele ser insuficiente, por lo que se debe recurrir a la administración de yodo (sal yodada) utilizada para aderezar los alimentos, de tal manera que el organismo reciba entre 180 y 300 microgramos de yodo que es lo que se requiere diariamente”, dice Brun.

Está demostrado que la conexión del déficit de yodo reduce de forma significativa los trastornos por deficiencia de yodo (TDY), incluso el bocio y el cretinismo endémico, siendo el uso de sal yodada al aderezar alimentos, el método más eficaz para prevenir.

“Se tiene la costumbre de poner la sal cuando se comienza a cocinar; sin embargo, éste es un error porque el yodo se pierde con la cocción. Lo recomendable es salar sólo al momento de servir para yodificar bien”, explica el especialista.

ESTUDIO REALIZADO EN COCHABAMBA

“El déficit de yodo es un problema endémico en Bolivia (carecemos totalmente de yodo en los alimentos), por ello decidí hacer un estudio al respecto. De 4.556 pacientes que corresponden a importantes centros de salud como el Hospital Viedma, la Caja Nacional de Salud y el Hospital Harry William, se verificó con pruebas de laboratorio que un 16 por ciento presentarían hipotiroidismo, enfermedad que se da por la deficiencia de yodo”, explica.

Por otro lado, el Dr. Brun recolectó 24 marcas de sales comercializadas en Oruro, La Paz, Cochabamba y Sucre, las cuales se analizaron por medio del método volumétrico del Servicio de Salud Ambiental de SEDES CBBA.

“El estudio demostró que de las 24 sales, sólo el 37,5 por ciento cumple con la dosificación de yodo adecuada. Las marcas de sales que cumplen con la cantidad correcta de yodo son El Salerito, Condorito, Luz de mar, Maguita, San Joaquín, Salsita y Niño Salvador, entre otras”, dice Brun.

ALIMENTOS & YODO

Algunos alimentos bloquean y otros inhiben la absorción de yodo. Las personas que están yodinizadas no deben preocuparse por el consumo de estos alimentos. Sin embargo, como en Bolivia la deficiencia de yodo es un problema de salud pública, se debe tomar en cuenta que los alimentos que se indican a continuación no deben ser consumidos en grandes cantidades, sobre todo en niños.

“Es frecuente encontrar en los mercados y comercios de alimentación productos como la batata (papa) de yuca o mandioca, que produce bocio. La harina de soya también inhibe la absorción de yodo. Por ello, ha aparecido hipotiroidismos y bocio en niños alimentados únicamente con productos infantiles a base de soya. Otras sustancias que disminuyen la absorción de yodo son el tabaco y el alcohol, y los fluoruros, el calcio, el magnesio, el hierro, presente en algunos alimentos como en el agua”, dice Brun.

TRASTORNOS DE DEFICIENCIA DE YODO SEGÚN LA EDAD

Fetos:
• Aumento del número de abortos nacidos muertos
• Mayor mortalidad perinatal
• Cretinismo neurológico
• Cretinismo mixedematoso
• Deficiencia mental sin cretinismo
• Defectos del desarrollo neurológico y mental
• Defectos de audición

Recién nacidos:

• Bocio neonatal, hipotiropidismo neonatal
• Defectos del desarrollo neurológico y mental
• Mayor mortalidad infantil

Niños y adolescentes

• Bocio
• Hipotiroidismo
• Deteriores de las facultades mentales
• Retraso psicomotriz
• Retraso del desarrollo somático

Adultos

• Bocio y complicaciones relacionadas
• Hipotiroidismo
• Deterioro de las facultades mentales
• Riesgo de hipertiroidismo al iniciar la
profilaxis

TRATAMIENTO

Una vez establecidas las alteraciones neurológicas y esqueléticas por el déficit de yodo, el tratamiento es poco efectivo. La lucha contra esta enfermedad se basa únicamente en la prevención que se logra mediante el consumo de sal yodada.

“La deficiencia de yodo en la población mundial aún es un problema, sobre todo en mujeres embarazadas y niños en edad preescolar”, dice Brun.

La OMS sostiene que en países montañosos y en vías de desarrollo con carencias de yodo, el programa de yodación de la sal de cocina debe instituirse de manera más rigurosa, por lo que no debería haber pretexto ni excusa para seguir produciendo déficit mentales.

RECOMENDACIONES

El mensaje que se debe transmitir en relación con la prevención se basa en:
• Utilizar exclusivamente sal yodada para la preparación de la comida, añadiéndola al final de la cocción.
• Utilizar también en la preparación de alimentos en la cadena de producción industrial (embutidos, pan, etc.)

• Consumir frecuentemente (más de cuatro veces por semana si es posible pescado de mar, ya sea fresco, congelado o en conserva. Evidentemente, dentro de una dieta equilibrada.

• Si las medidas anteriores no son posibles deberán administrarse una suplementación diaria de yodo 100-200 microgramos en embarazadas y lactantes.

El retardo mental y deficiencia en el desarrollo físico, conocido técnicamente como cretinismo, se produce por una deficiencia de yodo y puede desarrollarse a cualquier edad, aunque los grupos más vulnerables son los niños y niñas. Es muy importante medir la función tiroidea antes y durante el embarazo, ya que el cretinismo puede inducir al aborto y generar problemas de aprendizaje en los niños nacidos de mujeres hipotiroideas no tratadas.

“Aunque se corrija la carencia de yodo deberían aumentar las medidas para detectar y corregir posibles disfunciones tiroideas de la mujer en edad fértil y, preferiblemente, antes del comienzo de un embarazo o durante el primer trimestre, ya que durante este periodo la madre es la única fuente de hormona tiroidea para ella y el feto. La glándula tiroides es la única que metaboliza el yodo”, concluye el especialista.

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