lunes, 20 de junio de 2011

Salud. Inflamación de la vejiga Cistitis, una infección dolorosa

Sintomatología

REVISTA CONSUMER

Sensación de escozor al orinar, urgencia para hacerlo, deseo de miccionar aunque la vejiga esté vacía, dolor en la región pubiana... Estos son algunos síntomas de la cistitis o inflamación de la vejiga, una dolencia más habitual entre mujeres y a la que no siempre se le presta la atención que requiere.

Las mujeres jóvenes y los hombres mayores son los grupos más afectados por la cistitis o inflamación de la pared de la vejiga, un proceso muy doloroso y casi siempre originado por una infección de orina. Ahora bien, el impacto de esta afección varía en función del sexo y de la edad.

La cistitis es más frecuente en las mujeres que en los hombres; el 90 por ciento de sus víctimas son féminas y el 10 por ciento varones. Dentro de la población femenina, afecta más a las mujeres en edad fértil y con relaciones sexuales activas y, entre la masculina, a los hombres de más de 60 años.

Muchos de estos afectados a menudo caen en el error de autodiagnosticarse y automedicarse, un mal hábito que ha elevado las resistencias a los antibióticos con que se trata esta enfermedad. Por fortuna, se han desarrollado otros tratamientos que permiten combatirla con éxito, como los comprimidos basados en una sustancia del arándano rojo americano (cranberry).

Causa. Infección de orina

En las mujeres se suele originar por una infección de orina, mientras que en los hombres se cronifica por una infección de las vías seminales. Pero ¿por qué surge?

La cistitis no se desencadena por una sola causa, sino por varios factores. Entre esas piezas figura la predisposición individual a sufrir cistitis. Hay distintos tipos de vejigas y según sea ésta la vulnerabilidad frente a esta dolencia puede ser mayor. Otro factor que favorece el desarrollo de la cistitis en las mujeres es la mala higiene, por ausencia o porque esta sea inadecuada. Después de defecar es fundamental que las mujeres se limpien de adelante hacia atrás para no contaminar la entrada de la uretra con restos fecales. Adquirir el hábito de no retener la orina es igual de importante: se ha de ir al inodoro tantas veces como se desee y en especial, antes y después de mantener relaciones sexuales.

Por último, la tercera pieza clave es la aparición de gérmenes que pueden causar la infección urinaria que conduce a la cistitis. Entre los más típicos figuran la "Escherichia coli" y el "Enterococcus faecalis". Estos microbios se encuentran en el recto, el periné o la flora vaginal.

Tratamiento. Varias terapias

Los pasos terapéuticos que se siguen en la actualidad para tratar la cistitis son:

• Beber mucha agua: los estudios demuestran que el hecho de beber mucha agua puede hacer que en algunos casos desaparezca la infección de orina causante de la cistitis.

• Antisépticos y antibióticos: en otras muchas ocasiones, las cistitis no se curan sólo con agua, y se hacen necesarios los antisépticos urinarios y antibióticos.

Si transcurridos tres días el tratamiento antibiótico no funciona, se debe acudir de nuevo al médico. Lo más probable es que se repita el cultivo de orina para identificar el germen causante de la infección.

• Comprimidos o jarabe basados en arándanos: otro tratamiento está basado en una sustancia de los arándonos rojos americanos (cranberrys), que se debe tomar de forma continua durante varios meses.

Conviene recordar que el consumo directo de estos frutos del bosque no sirve para prevenir la cistitis. En cambio, lo efectivo es tomarse los comprimidos o jarabes elaborados a partir de las proantocianidinas, un componente de los arándanos que impide que crezcan las bacterias.

Tengo cistitis, ¿qué hago?



1. Antes de comenzar cualquier tratamiento hay que acudir a una farmacia, laboratorio o centro de salud para analizar una muestra de orina.

2. No es recomendable automedicarse.

3. Cuando se conoce el resultado del análisis, el médico de cabecera o el farmacéutico pueden recomendar el tratamiento inicial.

4. Si no se responde al tratamiento inicial o ante la cistitis de repetición, hay que acudir al urólogo.

5. Beber abundante agua. En principio cualquier tipo, pero las de mineralización débil son las más adecuadas para aumentar la producción de orina.

6. Adoptar medidas de higiene íntima adecuadas.

7. La higiene del periné, en sentido de delante hacia atrás, es una costumbre muy importante para evitar tanto las infecciones urogenitales como la cistitis.

8. La mujer debe orinar siempre antes y después de mantener relaciones sexuales.

CREANDO RESISTENCIA

Convivir con la cistitis es doloroso, incómodo y desagradable. No obstante, algunas personas que padecen cistitis de forma repetida se toman este problema de salud como si fuera un vulgar catarro, cometen el error de autodiagnosticarse y, lo que es peor aún, de automedicarse.

El peligro de "autotratarse" es que aumenta la resistencia a los tratamientos antibióticos que permiten combatir la infección.

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