Raspón, cortadura, etc., la gama es amplia. Aunque el dolor sea prácticamente imperceptible, nadie tiene derecho a menospreciar una herida, porque por muy leve que sea, está expuesta a complicaciones como las infecciones cuando no se siguen los procedimientos básicos, especialmente en lesiones abiertas, que son las más propensas.
más vale prevenir. En el momento en que se rasga la piel, hay que adoptar una práctica simple, pero de gran relevancia, limpiar muy bien la herida y mantenerla alejada de contaminantes, si fuera necesario después se puede recurrir al médico, pero el instante del accidente es clave. Existen tantas bacterias infecciosas en el ambiente, que el abanico de posibilidades patológicas es amplio, sin embargo, las complicaciones con las que mayor cuidado hay que tener, son el tétanos y la gangrena. ''El primero se manifiesta con convulsiones, endurecimiento de la mandíbula y reacciones exageradas ante mínimos estímulos'', explica el médico internista Julio Enrique Aburdene, se da en personas que no han sido inmunizadas con vacunas o que lo han sido pero sólo parcialmente porque no se han colocado refuerzos. La gangrena es la muerte irreversible de los tejidos, que puede extenderse si estos no se retiran del organismo a tiempo.
de gravedad. Tanto el tétanos como la gangrena pueden ser mortales y como en toda situación médica existen grupos de riesgo, para la gangrena, los más vulnerables con los diabéticos y los que tienen problemas severos de circulación, ''Cuando un tejido tiene problemas circulatorios, en cuestión de minutos puede morir'', explica Julio Enrique Aburdene
'las heridas que no fueron atendidas de manera apropiada, son nido para que las bacterias se reproduzcan'.
''las personas con diabetes tienen 40 veces más posibilidades de desarrollar una gangrena que el resto de la gente'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario