jueves, 14 de mayo de 2015

Trata la peligrosa gastroenteritis

La gastroenteritis es una inflamación de las mucosas del estómago e intestinos que afecta a numerosos niños. Generalmente, es causada por una infección de origen viral. Sus principales síntomas (náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y lengua seca) suelen acarrear deshidratación, la cual se caracteriza por una pérdida de líquidos orgánicos compuestos por agua y sales minerales. Cuando el pequeño empieza a deshidratarse, se puede observar una disminución de la cantidad de orina, saliva y lágrimas. Si el estado se acentúa, los ojos empiezan a hundirse y el pequeño puede sufrir consecuencias fatales.

Es importante destacar que los padres deben llevar a su hijo al hospital cuando el menor vomita más de 6 veces por día, tiene fiebre muy alta, orina menos y presenta sangre en sus heces, ya que significa que está deshidratado y necesita de inmediato un tratamiento riguroso.

PARA EVITAR LAS COMPLICACIONES

Hidratación

Cuando un niño padece gastroenteritis, es fundamental impedir que se deshidrate. Por eso, es imperativo aumentar sus aportes hídricos. Esto significa que el pequeño debe beber alrededor de 2 litros de líquidos por día, lo que permite evitar tener que hidratarlo por vía intravenosa. Asimismo, algunos médicos recomiendan añadir una pizca de sal en las bebidas, ya que colabora a retener el agua y precave la deshidratación.

REGULADORES INTESTINALES

Se desaconseja ingerir reguladores intestinales (loperamida, por ejemplo) para ralentizar el tránsito, ya que impiden la evacuación de los gérmenes del tubo digestivo. Esto agrava los síntomas y aumenta la duración de la enfermedad. Toma en cuenta que si el pequeño tiene mucha diarrea, debes acudir a un médico, el cual te puede prescribir una serie de medicamentos adaptados a su edad y estado de salud, pero en ningún caso debes automedicar a tu hijo.

VACUNA

Existe una vacuna que permite prevenir la gastroenteritis en los niños, específicamente, la infección causada por el rotavirus. Esta vacuna se administra por vía oral a partir de la sexta semana de vida. Para que sea efectiva, es necesario prescribir 2 dosis. Sin embargo, no olvides que más virus pueden generar gastroenteritis. Por lo tanto, esta vacunación es una buena protección ante la afección, pero no es infalible, ya que tu hijo puede contraer otros agentes infecciosos.

MÉDICO

Cuando no logras frenar los episodios de diarrea y vómitos o que tu hijo presenta demasiados dolores, debes acudir a un médico. Si la gastroenteritis es causada por bacterias, suele prescribir un tratamiento antibiótico. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la afección es viral. Por lo tanto, el pediatra puede administrar algunos fármacos para reducir los malestares, pero su mayor preocupación consiste en evitar la deshidratación del pequeño.

Aminora la propagación del virus

LIMPIEZA

Lava y desinfecta los objetos que han estado en contacto con los vómitos y las heces de tu hijo para prevenir el contagio de la gastroenteritis en otros miembros de tu familia.

MANOS

Los padres deben enseñar al niño a lavarse las manos de manera regular, particularmente luego de haber ido al baño y antes de comer para reducir el contagio.

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