sábado, 25 de febrero de 2012

El bostezo es bueno

El hombre, como todos los mamíferos, incluso los menos evolucionados, bosteza, recuerda el doctor Pascal Corlieu, del hospital Cochin parisino, en una comunicación sobre "el bostezo normal y patológico" en estas manifestaciones de formación médica continuada organizada en París del 12 al 17 de septiembre por una sociedad francesa.



CAUSAS

Las circunstancias que provocan estos "fenómenos reflejos arcaicos" son diversas, ya que a veces es por una bajada de la vigilancia, otras por hambre y otras por un "fenómeno muy curioso, el mimético o contagio del bostezo", afirma este experto, remarcando que al ver a alguien bostezar, o simplemente al evocar los bostezos, se puede conseguir que la gente alrededor bostece en los siguientes minutos.

"El factor desencadenante más frecuente es el de la bajada de la vigilancia ligada a la fatiga, al desinterés o al período precedente al sueño.

Pero existen también los bostezos del despertar, asociados con estiramientos", afirma. Un fenómeno que se observa fácilmente en gatos o en perros.

En las situaciones de riesgo (al volante, por ejemplo), bostezar puede desencadenar una positiva reacción de alerta.

Bostezar permite también restablecer el equilibrio de la presión en el oído con la presión atmosférica, como se puede comprobar en un viaje en avión.

Pero los bostezos irreprimibles pueden constituir un problema, que nos haga ir al médico.

Este signo, a menudo ignorado, puede ser revelador de varias patologías, como una hipertensión intracraneal relacionada con un tumor.

Pueden también ser muestra de la eficacia de un tratamiento, ya que desaparecen en ciertas enfermedades, como la del Parkinson.

"Su reaparición es así testimonio de la eficacia terapéutica y su desaparición puede significar el escape terapéutico" (la pérdida de acción del tratamiento), según el doctor Corlieu.

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