martes, 17 de mayo de 2016

LO QUE HAY QUE SABER ACERCA DEL ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR ACV al acecho



Si siente súbitamente adormecimiento, hormigueo o debilidad en la mitad de la cara, brazo o pierna (sobre todo en un lado del cuerpo), y además tiene mareos, pérdida del equilibrio o de la coordinación, dolor de cabeza severo, confusión, dificultad en la visión de uno o ambos ojos, problemas para hablar o entender el habla de otros y para caminar, tome sus recaudos, es probable que esté por sufrir un ACV.

Un incidente de tránsito acaecido en octubre de 2015, en la carreta entre Oruro y La Paz, segó la vida de la madre y la única hermana de Ramiro, un administrador de empresas de 35 años. Dos meses después falleció su padre, luego de sufrir una serie de complicaciones por una diabetes avanzada. Para completar su desgracia, este joven profesional sufrió un Accidente Cerebro Vascular (ACV), sumido en la depresión, por el exceso en el consumo de tabaco.

Si siente súbitamente adormecimiento, hormigueo o debilidad en la mitad de la cara, brazo o pierna (especialmente en un lado del cuerpo), y además tiene mareos, pérdida del equilibrio o de la coordinación, dolor de cabeza severo, confusión, dificultad en la visión de uno o ambos ojos, problemas para hablar o entender el habla de otros y para caminar, tome sus recaudos, es probable que esté por sufrir un ACV, alerta a ECOS la neuróloga Mayra Miranda Durán.

La OMS
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ACV mata a una persona en el mundo cada seis segundos. Más de 15 millones de personas padecen este problema al año y, de ellas, seis millones no sobrevivirán.

El informe de la OMS indica que uno de cada seis individuos tendrá un ACV en algún momento de su vida. Esta patología es la tercera causa de muerte y la primera de discapacidad a nivel mundial, pero la principal consecuencia del ACV no es la muerte, sino la discapacidad.

¿Qué es un ACV?
Miranda explica a ECOS que a un ACV se lo considera una urgencia médica. Ocurre cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe repentinamente o cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, derramando sangre en los espacios que rodean a las células cerebrales.

Factores de riesgo
Existen varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de tener un ACV. Destaca la presión arterial alta, que aumenta entre tres y cuatro veces más el riesgo respecto a la población en general. Influyen además los problemas cardíacos, la diabetes, el alto colesterol, la costumbre de fumar y el sedentarismo.

De acuerdo con la experiencia en la atención médica, este problema aqueja más a los adultos mayores y contemporáneos, pero, desde hace unos años, también a personas jóvenes.

“En los jóvenes, los factores de riesgo son distintos a los de las personas mayores. En pacientes de 15 a 45 años cobran importancia el tabaco, los anticonceptivos orales, la migraña con aura, el trauma, el uso de drogas y algunas infecciones como el VIH”, según Miranda.

El Chagas y el ACV
La profesional asegura que el Chagas afecta al corazón, produciendo arritmias y cardiomegalia (corazón grande). Cuando el corazón se encuentra dilatado, tiene más probabilidad de enviar coágulos y ocasionar un ACV embólico.

El tiempo es vital
En este tema, el neurólogo Daniel Barragán comenta que es muy importante saber reconocer los síntomas de un ACV para reducir el daño cerebral.
Cada minuto que transcurre es vital para prevenir los daños del ataque sobre la actividad psíquica y motora del cuerpo, la palabra, la visión, la actividad, e incluso la muerte.

“Cuando uno siente algunos signos de alarma es muy importante acudir al neurólogo lo antes posible para que pueda diagnosticar el tipo de ataque cerebral que está en curso. Hay que ir, máximo, hasta dos horas posteriores a la aparición de algún síntoma para obtener buenos resultados. Después, puede haber daños irreversibles”, advierte él.

Efectos de un ACV
Los efectos de un ataque cerebral pueden ser desde leves hasta severos e incluir parálisis, problemas de razonamiento, memoria, habla, visión y dificultades en la coordinación motora. Los pacientes también pueden sentir dolor y adormecimiento después de un accidente cerebrovascular.
Tratamiento

El ACV isquémico es el más frecuente y puede ser tratado con un medicamento que disuelve los coágulos obstructores del flujo de sangre hacia el cerebro.

El plazo máximo para iniciar el tratamiento en un paciente con ACV es entre tres y cuatro horas y media, dependiendo del caso. Pero, para que el afectado pueda ser evaluado y sometido al procedimiento, debe llegar al hospital lo más pronto posible.

“Penosamente aún no contamos con dicho tratamiento, por su alto costo y por no tener unidades de terapia de accidente cerebral. En Bolivia, este procedimiento solo se realiza en Cochabamba y Santa Cruz”, finaliza Miranda.

Preguntas frecuentes
- ¿Hay diferencia entre embolia, infarto cerebral y un ACV?
El infarto cerebral, el ataque cerebral y un ACV son sinónimos. La embolia hace referencia a un mecanismo de ACV isquémico, producido por problemas cardiacos en los que el corazón envía coágulos de sangre al torrente sanguíneo cerebral.
- ¿Existe el término “pre-embolia”?
Sí, existe. La pre-embolia es conocida técnicamente como “accidente isquémico transitorio”, comienza igual que un ACV, tiene una duración de una hora como máximo pero luego se resuelve, sin dejar síntomas o secuelas notables.
- “La aparición de un ataque isquémico transitorio es una advertencia de que la persona está sometida a riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular más grave y debilitante”, aclara la neuróloga Mayra Miranda Durán.

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