martes, 27 de marzo de 2012

Cómo auxiliar urgencias básicas

Conocer la formas de socorrer a una persona que sufra quemaduras o atoramiento puede salvar vidas.

El agua fría, en el caso de las quemaduras, y la maniobra de Heimlich, cuando se presenta un atoramiento, juegan un papel importante al momento de prestar primeros auxilios a cualquier persona que sufra alguno de estos percances, ya sea en el hogar, el trabajo, la calle o el automóvil, entre otros espacios, según dice el doctor José Manuel Michel, jefe de la Unidad Nacional de Salud de la Cruz Roja Boliviana.

Qué hacer cuando alguien sufre una quemadura. Según Michel, en La Paz, mucha gente sufre quemaduras. En estos casos, el profesional en salud recomienda colocar la parte del cuerpo lesionada bajo un chorro de agua fría, ya que esto aliviará a la persona, tanto en su dolor como en la sensación de daño que tiene. Si la persona que se quemó llevaba una prenda de vestir encima del área afectada, no hay que cometer el error de quitar la ropa de este lugar del cuerpo, es mejor que reciba el chorro de agua fría con la prenda puesta, pues se podría causar más lesiones.
Cuando la víctima de quemadura esté tranquila y un poco aliviada, se pueden quitar con mucho cuidado las prendas para saber con exactitud cuáles son las regiones afectadas. Otro consejo es cubrir con una venda la zona quemada para evitar que se contamine y no se recomienda colocar ningún tipo de pomada. Respecto de los tratamientos caseros, tales como el tomate o la clara de huevo, el médico afirma que el primero cumple la misma función del agua. En el caso de la clara de huevo, se la utiliza por su alto contenido de albúmina, que suele ayudar a la superficie quemada a recuperar las pérdidas que sufrió. Estas y otras recetas caseras pueden ayudar en algo, sin embargo, hay que tomar en cuenta que no son curativas. Luego de brindarle los primeros auxilios, lo más recomendable es llevar al paciente al centro de salud más cercano.

Cómo actuar cuando una persona se atraganta. El Jefe de la Unidad Nacional de Salud de la Cruz Roja Boliviana expresa que el atragantamiento, también conocido como Obstrucción de Vía Aérea por Cuerpo Extraño, es la presencia de un objeto en la garganta, lo cual ocasiona que la persona no reciba la cantidad necesaria de oxígeno. Los signos y síntomas que se manifiestan en estos casos son: dificultad para respirar, sonido extraño al hacerlo, color azulado en la cara, dificultad para hablar y, si el tiempo de obstrucción es prolongado, la persona puede quedar inconsciente, explica la guía de primeros auxilios de la Cruz Roja Boliviana. Cuando la persona habla o respira con dificultad, se muestra agitada y/o con tos enérgica y continuada, pero se encuentra consciente, tiene una obstrucción incompleta, sólo se debe animarle a toser con fuerza para que expulse el cuerpo extraño.
En el caso de que el afectado se muestre agitado, no pueda hablar, se lleve las manos al cuello o su piel presente coloración azul, significa que las vías respiratorias están completamente obstruidas por un cuerpo extraño. Cuando esto ocurre, se trata de una obstrucción completa, en la que no existe intercambio de aire a nivel pulmonar, y es necesario actuar con rapidez. Si hubiera un acompañante o un auxiliador se sugiere iniciar de inmediato la maniobra de Heimlich.

LA MANIOBRA DE HEIMLICH CONSISTE EN APLICAR COMPRESIONES A NIVEL DE LA BOCA DEL ESTÓMAGO. Esta maniobra tiene la finalidad de desplazar el diafragma hacia arriba, lo que provoca un aumento de presión en el tórax del paciente con lo que se obliga al aire que queda en los pulmones a salir y arrastar consigo al cuerpo extraño.

La maniobra en un adulto conciente. Primer paso: El auxiliador debe colocarse detrás del paciente, quien deberá estar de pie. Segundo paso: El auxiliador debe cerrar una mano y colocar el nudillo del pulgar cuatro dedos por encima del ombligo, para localizar la región epigástrica. Tercer paso: Tomar el puño con la otra mano, logrando abrazar al paciente. Cuarto paso: Inmediatamente después se debe presionar con fuerza hacia adentro (hacia el auxiliador) y hacia arriba (en dirección a los pulmones) al mismo tiempo. Quinto paso: Aflojar la presión sin perder la posición previamente ubicada. Sexto paso: Repetir este movimiento en ciclos de seis a ocho veces.
La maniobra debe repetirse hasta lograr que el paciente expulse el cuerpo extraño.

6 es el número de pasos que se debe seguir al aplicar la maniobra de Heimlich.

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