viernes, 28 de enero de 2011

PéRDIDA DE EQUILIBRIO Irritación e hinchazón del oído interno

Es probable que después de una infección del oído o de las vías respiratorias altas, pueda aparecer una laberintitis.

Sin embargo, el otorrinolaringólogo, Eric Villagra, señala que no está comprobado que las infecciones respiratorias precedan a la laberintitis.

Han habido casos en los que aparece la enfermedad luego de una alergia o después de tomar ciertas drogas que son peligrosas para el oído interno.

El tratamiento oportuno de infecciones respiratorias e infecciones del oído puede ayudar a prevenir la laberintitis.

Existen maneras de diagnosticar el mal, el examen del oído posiblemente no revele cambio alguno. Se realiza otro tipo de pruebas para descartar posibles causas del mareo y vértigo, entre los cuales están: tomografía, prueba de audición, estimulación calórica, electroencefalograma, estudios potenciales auditivos evocados y otros.

La laberintitis se caracteriza por la irritación e inflamación del oído interno. Esto interfiere con su función, que incluye la capacidad para mantener el equilibrio, además provoca vómitos, vértigo, pérdida de la audición, zumbidos o ruidos en el oído y movimientos involuntarios del ojo, explica Villagra.

Los síntomas urgentes o de emergencia son las convulsiones, desmayos, vómito persistente o vértigo acompañado de fiebre superior a los 38,3 grados centígrados.

La laberintitis, generalmente, desaparece en unas cuantas semanas. Sin embargo, los síntomas pueden necesitar tratamiento con fármacos.

Inmóvil

Para evitar que empeoren los síntomas durante episodios de laberintitis, la persona debe mantenerse quieta y descansar durante los ataques.

Actividades

Evitar los cambios de posición repentinos, las luces brillantes y no intentar leer durante los ataques.

Ayuda

El paciente puede necesitar ayuda para caminar durante los ataques y hasta dos semanas después.

Lesiones

Por la pérdida de equilibrio y vértigo, la persona puede lesionarse a sí misma o a su entorno.

Audición

En casos poco frecuentes, después de un ataque de laberintitis ocurre la pérdida parcial o completa de la audición.

Infección

Es probable que la laberintitis sea causada por una infección viral o bacteriana. Raras veces la infección se disemina a otras áreas del oído, incluso el cerebro.

Recurrencia

Los ataques de laberintitis pueden ser recurrentes si no se realiza un tratamiento oportuno y adecuado.

Deshidratación

Los síntomas de la enfermedad pueden ser un problema para la alimentación. Será necesario hospitalizar al paciente para mantener la hidratación vía intravenosa.

Alimentos

Evite el uso de azúcar refinado, marrón, cristal o la miel. Utilice sólo los edulcorantes dietéticos. Aumentar la ingesta de agua, beba de 4 a 6 tazas al día.

Actividad

Luego de un ataque de laberintitis se debe retomar las actividades y ejercicios de forma paulatina.

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