martes, 31 de julio de 2012

Las contracturas musculares, enemigas del deportista

Las con­trac­turas, como su nombre lo indica, son la contracción in­vo­lun­ta­ria de un músculo. Se pro­ducen de forma es­pontánea e in­cons­cien­te. En es­te caso, la contracción es per­ma­nen­te. El músculo no se relaja y que­da con­traído y, a di­ferencia de la contracción voluntaria del músculo, es dolorosa.

En general no se trata de una lesión gra­ve, pero es fran­ca­men­te molesta, y cuando se produce, im­pide el en­tre­na­mien­to du­ran­te varios días.

LOS SÍN­TO­MAS

Además del dolor per­sis­tente en el músculo, al tacto se no­ta un en­du­re­ci­mien­to ten­so. El do­lor no es agudo, pero es cons­tan­te. A veces al cambiar de posición el miembro se calma li­ge­ramente, pero nunca desaparece por com­ple­to. Según el músculo con­creto don­de se pro­duzca, pue­de ha­ber di­fi­cul­ta­des para mo­verse con na­tu­ra­li­dad.

Por regla ge­neral, es­ta lesión es causada por so­brees­fuerzo del músculo o ago­ta­mien­to por un ejer­cicio intenso sin su­fi­cien­te tiem­po de recuperación, par­ti­cu­lar­mente en los casos en los que el at­leta se en­trena du­ran­te varias ho­ras, in­ten­sa­men­te y a dia­rio, por lo que los músculos no tienen tiem­po de re­cu­perarse del es­fuer­zo, y cual­quier so­bre­carga pro­vo­ca la contractura.

Los músculos afec­tados, por lo ge­ne­ral, son los de la es­pal­da, aun­que también pue­den pre­sentarse en otros sitios.

EL TRA­TA­MIEN­TO

En cuanto se presenta el problema, lo primero que debe ha­cerse es relajar el músculo, a tra­vés de la aplicación de calor en el sitio afec­ta­do. Si no se dis­po­ne de una fuen­te de ca­lor, otra per­sona, o uno mismo, si es capaz de alcanzar el músculo afectado, puede aplicar calor fro­tán­dose con energía las manos y, a continuación, apretar ligeramente las palmas sobre el músculo.

A continuación, se debe hacer es­ti­ramientos suaves, sin forzar el área.

Al masajear la región muscular le­sio­nada. Puede hacerse “en seco” con cuidado, pero lo ideal es hacerlo con aceite para masajes o linimento, o incluso una pomada calmante, aunque no es imprescindible.

LA PREVENCIÓN

Para evitar que estas lesiones se presente, es necesario no hacer sobreesfuerzos, respetar el periodo de descanso necesario entre dos sesiones de entrenamiento.

Evitar los incrementos bruscos de intensidad en ejercicios que re­quie­ran fuerza muscular. Nada de exa­geraciones si se levanta pesas.

Es imprescindible calentar ade­cua­damente antes de entrenar.

En el caso en que las contracturas sean crónicas, es señal de que tras sufrir una, no se ha dejado un pe­rio­do de rehabilitación suficiente. En principio no se debería levantar peso en varios días, después de sufrir una contractura.

Es conveniente, en especial si se producen en la espalda, acudir a la consulta de un masajista para so­me­terse a unas cuantas sesiones. Posteriormente, se debe seguir la aplicación de masajes con re­gu­la­ri­dad hasta que desaparezcan las molestias. Así, se evi­tará sufrir do­lo­ro­sas o mo­les­tas re­caí­das en este tipo de le­sio­nes.

LAS CAUSAS

En el cuello, las contracturas son causadas por giros bruscos, trau­ma­tismos en la cabeza, posiciones estáticas mantenidas o alteraciones en las articulaciones ver­te­bra­les.

En la espalda, son ocasionadas por curvaturas excesivas de la columna, que reciben el nombre de cifosis, escoliosis e hiperlordosis, que por lo general se presentan acompañadas por un dolor intenso.

Otras posibles causas son los es­fuer­zos al alzar peso, hacer ejer­ci­cios en exceso, la artritis de co­lum­na, el lumbago y el ciático.

En los hombros, los brazos y las manos, que son zonas muy pro­pen­sas a sufrir contracturas causadas por torceduras, esguinces, artritis u otras inflamaciones articulares, pos­turas inadecuadas, cambios cli­má­ticos o exposiciones prolongadas al frío o humedad, que no sean las acos­tum­bra­das.

También son provocadas por caídas y traumatismos, sobre todo en las personas mayores.

En piernas, caderas y rodillas, estas lesiones son originadas por ar­tro­sis, le­sio­nes en los meniscos, es­guin­ces, posturas forzadas o in­fla­ma­cio­nes de los tendones.

VIBRACIÓN BENEFICIOSA

En un reciente estudio hecho en Leu­ven, Bélgica, los cien­tífi­cos confirman el éxi­to del en­tre­na­miento por vibración WBV (Who­le Body Vibration) en las personas ma­yores. Afir­man que tiene un efecto claro sobre la energía muscular y sobre la fuerza de alta ve­lo­ci­dad en las personas de avan­za­da edad. En la comparación al grupo de con­trol, que realizó un en­tre­na­mien­to de fitness convencional, se concluye que el en­tre­na­mien­to con pla­ta­for­mas vi­bra­to­rias conseguía los mismos efectos en la mi­tad del tiempo y numerosos es­tu­dios de­mues­tran los be­ne­fi­cios os­teoar­ti­cu­lares de los sis­te­mas WBV.

MEJORES BICICLETAS

La empresa Shimano introduce va­rios com­ponentes nuevos en los grupos de bicicletas de montaña de Deore y Deore LX. Para Deore LX, los nuevos pla­tos y bielas FC-M582 (MTB) y FC-M583-K, en sen­derismo.

Son más ligeros y resistentes gracias a la tecnología de HO­llowtech II. Estarán dis­po­nibles en lon­gi­tudes entre 170 y 175 mi­lí­me­tros. Las com­bi­na­ciones de pla­tos son muy resistentes.

CALZADO DEPORTIVO

Berkshire Partners LLC, em­pre­sa de capital privado con sede en Boston, ha comunicado que ha invertido en Masai Group International para ayudar a ace­lerar y a respaldar la próxima fase de crecimiento de la em­pre­sa. Masai Group In­ter­na­tio­nal distribuye calzado con la marca Masai Barefoot Te­ch­no­logy (MBT). MBT es proveedor líder mundial de calzado fisiológico. Los actuales ac­cio­nistas Klaus Heidegger, ex es­quiador mundial y antiguo pro­pietario de Kiehl’s, y Hermann Oberschneider, empresario de éxito en los campos del turismo y el deporte, han conservado una participación mayoritaria. en MBT. Dirigida por el con­se­jero delegado Norbert Kraihamer y con sede en Romanshorn (Suiza), MBT diseña calzado profesional, atlético e informal para ofrecer ventajas ortopédicas y deportivas.

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