Dentro de las consideraciones que se han hecho anteriormente con el tema de embarazo adolescente, también llega la preocupación para el momento del parto, la conducta que asume el padre en relación a la madre durante el parto.
En cuanto a sus sentimientos, crece el temor acerca de la posibilidad de que la madre pierda la vida o sufra alguna complicación, situación difícil y especial para el padre adolescente.
El apoyo que la pareja se dé es muy importante, así como los resultados serán más positivos cuando el padre adolescente comparta la situación del parto con la madre adolescente, haciendo más llevadera para la joven madre.
La atención será necesaria hacerla en el centro de salud que brinde mayor seguridad en la resolución del parto y no así en un domicilio, ya que un embarazo adolescente es de alto riesgo y para ello se debe buscar ayuda especializada para evitar complicaciones.
El inicio del parto se puede presentar de tres características: Las contracciones que alertan el comienzo del trabajo de parto o la presencia de una especie de moco sanguinolento, así como también la ruptura de la fuente o bolsa amniótica.
El inicio de las contracciones, que es cuando se abre el cuello o cérvix de uno o diez centímetros hasta adelgazarse como un papel, en esta etapa la necesidad de ayuda de la pareja será el paseo lento, además de ayudar a la respiración en cada contracción, frotar la espalda para aliviar el dolor, comprender lo suficiente por el enojo que puede presentar la madre.
El trabajo de parto mismo se le dará un acomodo adecuado para que resista la expulsión del bebé durante esta etapa, puede tomar una inspiración profunda, para exhalar lentamente.
En cada momento de pujar el bebé va deslizándose por el canal vaginal hasta su expulsión, momento en que disminuye el dolor para luego esperara la salida de la placenta.
El grado de afectividad y sentimiento es mayor cuando al bebé se le pone sobre el pecho desnudo de la madre, al cual llamamos el apego precoz y la primera mamada del calostro o primera leche que recibe un gran beneficio alimenticio y la mayor calidad afectiva.
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