Los niños, niñas y adolescentes víctimas de quemaduras, desde ayer cuentan con una infraestructura nueva y cómoda para su etapa de rehabilitación física y emocional, la misma que dura entre uno a tres meses. Se trata del albergue Mosoj Punchay que ahora cuenta con ambientes propios, con una capacidad para 48 personas.
El jefe de Pabellón de Quemados, Óscar Romero, explicó que la mayoría de los pacientes provienen de áreas rurales y del interior del país, lo que dificulta a sus familiares llevarlos y traerlos constantemente para sus curaciones y para sus sesiones de fisioterapia. Durante el tratamiento se alojarán en el albergue Mosoj Punchay.
Los profesionales brindarán los cuidados necesarios a los pacientes dados de alta del hospital. Ese tratamiento les permitirá la curación de sus heridas, rutinas de ejercicios, charlas y apoyo psicológico para que puedan salir adelante, además de evitar secuelas. Muchos de los quemados sufren depresiones profundas y piensan en que su vida terminó.
Andrea Zurita explica que el proceso de rehabilitación se inicia en el hospital.
La infraestructura situada en Pacata Baja fue construida con los recursos obtenidos de la campaña Telemaratón 2010. Tiene una capacidad de atención para 48 niños en 4 ambientes, además de un comedor, sala de juegos, de fisioterapia, cocina y 10 baños. También hay cuatro cuartos para médicos voluntarios que realizan operaciones gratuitas. En el acto de la inauguración, el paciente Rubén Quisbert entregó una plaqueta de agradecimiento a los cochabambinos por el aporte al proyecto. Hace dos años, el adolescente sufrió quemaduras de gasolina en piernas y manos. Tras el accidente Rubén quiso rendirse pero encontró una fuerza interior que lo animó a seguir adelante. Él es un líder que anima a niños y adolescentes contándoles su testimonio.
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