viernes, 21 de septiembre de 2012

La longevidad aumenta los casos de Alzheimer

El envejecimiento de la población a nivel mundial, va en aumento. Los expertos señalan que la población mayor de 60 años en Latinoamérica se duplicará en los próximos 40 años. En 1900 una persona vivía hasta los 29 años promedio. Hoy por hoy, esa esperanza de vida aumentó y ronda los 74 años, según un estudio presentado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Así, el envejecimiento de la población convierte al Alzheimer en el gran problema de este siglo. “Se la llama la epidemia del siglo XXI pues los adultos mayores son más propensos a padecerla y cómo hemos aumentado en el mundo las expectativas de vida y mayor densidad de esta población en este rango, se hace más recurrente”, explica Gustavo Cardozo, presidente de la Asociación de Alzheimer Bolivia.

La enfermedad de Alzheimer es una de las causas más frecuentes de demencia. Actualmente, afecta a 36 millones de personas en el mundo y se estima que para el 2050 habrá más de 113 millones.

Aunque en Bolivia no se cuenta con datos estadísticos de enfermos con Alzheimer, la cantidad de personas con esta enfermedad ha aumentado. Cualquier país que ya haya superado su barrera de mortalidad mayor de los 60-65 años está teniendo este problema, explica la neurocirujana Sandra Campero.

En Bolivia, la esperanza de vida aumentó de 58 a 63 años según el Instituto Nacional de Estadísticas y la OPS considera que aumentó a 66,8 años.

Actualmente, los adultos mayores representan el siete por ciento de la población y se estima que para el 2020 existirá más de un millón de personas de la tercera edad.

Hoy, 21 de septiembre, es el Día Mundial del Alzheimer que fue creado por la Organización Mundial de la Salud la Federación Internacional de Alzheimer para crear conciencia sobre este mal y hacer un llamado a la población en general para solidarizarse con quienes la padecen.

El Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral progresivo que destruye en forma gradual la memoria, la capacidad de aprender, de razonar, de formar juicios, de comportarse y de comunicarse, explica el doctor Daniel Santillan, especialista en medicina interna y geriatría.

Así, la enfermedad se caracteriza por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian, explica el especialista.

Las causas de la enfermedad son desconocidas, explica Campero. Se habla de un virus, de causas ambientales, predisposición genética, estrés y otros. Generalmente se presenta desde los 55–60 años.

Santillan explica que entre los factores de riesgo está la edad, como uno de los elementos principales.

La historia familiar, la genética, traumas severos de cabeza, el bajo desarrollo intelectual, el género (más frecuente en mujeres que en hombres) y enfermedades crónicas (entre ellos: hipertensión arterial, diabetes mellitus, infecciones e inflamaciones del cerebro, aumento de colesterol y otros) son otros de los factores de riesgo de este mal.

“Sin descartar la herencia, todos estamos sujetos a poder enfermar”, explica Santillan.

Signos y diagnóstico

El Alzheimer, una enfermedad que avanza de manera progresiva, y que si bien hasta ahora no existe un remedio para combatirla, es posible realizar diagnósticos para su detección y tratamiento temprano.

Diversos estudios enumeran diez signos de alarma: la pérdida de memoria que afecta la capacidad laboral; dificultad para las tareas de casa; problemas con el lenguaje; desorientación en tiempo y lugar; juicio disminuido (colocar los zapatos en el refrigerador); problemas con el pensamiento abstracto; colocar cosas en lugares errados; cambio de humor; cambios de personalidad; pérdida de iniciativa.

El diagnóstico de este padecimiento es más que todo clínico, comenta Campero. Es decir todo empezará por hacer una buena historia clínica preguntando al enfermo y a quien viven con él. Así se identificaran los cambios cognitivos con la pérdida de memoria. Las personas pueden o no recordar hechos o datos recientes, cuenta reiterativamente algunas cosas, se olvidan nombres de sus familiares más cercanos, tienen cambios de humor repentino y otros.

“Es muy duro para toda la familia y para el paciente. Al inicio olvidan las cosas recientes, las cosas de hace tiempo son las cosas que más marcadas se quedan. Por ejemplo, existen personas que olvidan a su esposo/sa e hijos y sólo se acuerdan de sus papás y de su niñez”, explica la especialista.

Detectarla en etapa temprana

Pese a que aún esta enfermedad no tiene cura, hay fármacos que evitan que la enfermedad avance rápidamente.

Por ello, es importante detectarla en una etapa temprana. Los expertos instan a realizarse un diagnóstico a partir de los 55 años aproximadamente, sobre todo aquellos que tienen antecedentes familiares y pueden tener una predisposición genética.

Cómo retrasarla

Muchos expertos explican que realizar ejercicio físico y mental, cuidar la alimentación, trabajar para tener pensamientos positivos y protegerse de los agentes medioambientales contaminantes ayuda a prevenir la aparición del Alzheimer.

Sandra Campero, aconseja realizar gimnasia mental constamente. Así, recomienda resolver crucigramas, hacer rompecabezas, practicar juegos que requieran esfuerzo mental, aprender un idioma en la edad de riesgo, aprender poemas/canciones, cosas nuevas e incluso, cambiar de calle en la ruta diaria, son pequeñas cosas que retrasan la aparición, explica.

ETAPAS DE LA ENFERMEDAD

En las etapas tempranas, los síntomas pueden ser muy sutiles y pueden parecerse a signos que muchas personas erróneamente le atribuyen al "envejecimiento normal". Entre los síntomas se encuentran uno o más de los siguientes:

• Repetición frecuente de enunciados

• Ubicación equivocada de cosas

• Dificultad para recordar el nombre de objetos conocidos

• Perderse en rutas conocidas

• Cambios de personalidad

• Perder interés por las cosas que antes se disfrutaba

• Dificultad para realizar tareas que requieren algo de elaboración mental, pero que solían ser fáciles, como llevar el control de uso de la chequera, jugar juegos complejos y aprender rutinas o informaciones nuevas.

En una etapa más avanzada, los síntomas son más obvios y pueden abarcar:

• Olvidar detalles acerca de eventos corrientes

• Olvidar eventos en la vida personal, perdiendo conciencia de quién se es

• Problemas para escoger la ropa apropiada

• Alucinaciones, discusiones, repartir golpes y conducta violenta

• Delirio, depresión y agitación

• Dificultad para realizar tareas básicas como preparar alimentos y conducir

En las etapas finales de la enfermedad, la persona ya no puede vivir sin ayuda. La mayoría de las personas en esta etapa:

• No reconocen el lenguaje

• No reconocen a los miembros de la familia

• No son capaces de desempeñar las actividades básicas de la vida diaria como comer, vestirse y bañarse.

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