martes, 25 de abril de 2017

6.425 mujeres viven con VIH en Bolivia y la mayoría es joven

A mitad de su tercer embarazo y con tan solo 23 años, Laura (nombre que protege su identidad) se enteró que tenía el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

En la sala de espera de un hospital fue donde recibió la noticia. Después de que el médico le explicó de qué se trataba, ella se negaba a aceptar.

“Eres positivo me dijo, pero no entendía positivo de qué, hasta que me explicó sobre el virus. Creía que se trataba de un error, pero con una segunda prueba mi diagnóstico se confirmó, no lo podía creer”.

Laura es una de las 6.425 mujeres que vive con el virus en el país. Su ciudad natal es Cochabamba, el tercer departamento con mayor cantidad de casos con mujeres que tienen VIH, 1.046 en total.

Han pasado ocho años desde que el virus le cambió la vida a Laura y a su familia. Su esposo y uno de sus tres hijos también dieron positivo.

Solamente su hija mayor de 14 años y el menor de 8 que pudo ser tratado durante el embarazo para evitar la transmisión, están libres del síndrome.

Laura sabe que la infidelidad es la culpable de que su diagnóstico dé positivo, pero prefiere no hablar del tema.

Solo sabe que desde que el virus tocó a su familia todo cambió. Al principio fue un “martirio” porque sus vecinos y familiares se enteraron de lo que había pasado.

“Me insultaban, me discriminaban y nadie quería alquilarme su casa para vivir, pero con mi esposo decidimos salir adelante juntos e iniciamos el tratamiento”.

Con la ayuda de los grupos “Vivo en Positivo” y “Vivo en Familia” se le abrieron las puertas para ocupar un refugio en la “Casa de Los Niños”, lugar donde viven varias familias que tienen el diagnóstico positivo.

Antes de conocer su estado de salud, Laura se ocupaba de lavar ropa y su esposo de hacer trabajos esporádicos en los mercados, pero la mayoría de su remuneración era malgastada. Reconoce que en un tiempo se dedicó a consumir bebidas alcohólicas.

Ahora todo ha cambiado para Laura, quién se dedica a cuidar de niños a tiempo completo.

Por la mañana ayuda en el kínder que tiene “La Casa de los Niños” y por la tarde retorna a su hogar para acompañar a sus hijos a hacer las tareas y jugar con ellos.

Antes de su diagnóstico, pasaba todo el día fuera de su casa. Ahora no consume bebidas alcohólicas porque debe cuidar su organismo, ya que consume una tableta de antiretrovirales cada día, tratamiento que la mantiene con una buena calidad de vida.

Como en el caso de Laura, la transmisión en mujeres en un 98 por ciento es por vía sexual y de estas la mayoría adquiere el virus de sus propias parejas antes o durante el matrimonio, explica el responsable del Programa de ITS/VIH del Servicio Departamental de Salud, Cristian Gómez.

Desde el 2010, el Decreto Supremo 451 indica en su articulo 14 que todos los centros de salud públicos y privados, sin excepción, deben realizar la prueba rápida de VIH de manera gratuita y confidencial, con el objetivo de evitar la transmisión vertical madre-hijo.

La normativa ha permitido la detección de más casos en los últimos años, asegura Gómez.

Las estadísticas indican que las cifras positivas en mujeres embarazadas aumentaron desde el 2010, cuando se comenzó a aplicar la norma.

El primer año solamente se identificó a una mujer embarazada con el virus en el departamento, pero los números fueron en ascenso hasta el 2015, año en el que 49 mujeres gestantes se enteraron que tenían VIH.

El año pasado, los casos se desaceleraron y fueron 37 las gestantes que dieron positivo.

La identificación de una mujer con VIH mediante este método ha permitido detectar más casos también en hombres y niños, vinculados a estas personas, ya que una vez que se conoce el resultado la pareja y los descendientes también se deben hacer la prueba rápida.

Sin embargo, también hay mujeres solteras o esposas que por simple sospecha o cuidado de su salud se hacen la prueba de manera voluntaria.

En Cochabamba se puede solicitar la prueba en el Centro Departamental de Vigilancia de Referencia (Cedevir), situado en la avenida Aniceto Arce casi Oquendo o en el Instituto Para el Desarrollo Humano, en la avenida Humbolt casi distribuidor Cobija, zona norte.

El rostro de mujer del VIH está en las madres, amas de casa, universitarias, colegialas y todo tipo de profesionales.

Las personas que viven con el virus son heterosexuales en su mayoría. La idea de que el síndrome estaba presente más en homosexuales o poblaciones de riesgo como las trabajadoras sexuales ha cambiado, pues las cifras revelan que el VIH está presente sin discriminación de preferencia sexual u ocupación.

Gómez señala que el grado de infidelidad en varones sigue siendo mayor que en mujeres y este género es el que más porta el virus.

Por cada mujer con VIH hay más de dos hombres con el diagnóstico positivo, por lo que concluye que en la mayoría de los casos es el varón el que lleva el VIH a la casa.

JÓVENES

Uno de los datos que más preocupa, según Gómez, es que cada vez hay más mujeres con el virus a temprana edad.

Hace dos semanas una adolescente de 13 años con un embarazo adolescente fue diagnosticada con el virus.

Según Gómez, el caso no es la excepción y asegura que hay jóvenes de los 16 años para arriba que tienen VIH y que al mismo tiempo tienen que enfrentar el embarazo adolescente. A nivel nacional, el rango de edad en el que se detecta mayor cantidad de casos es precisamente en la etapa en la que la mujer piensa en ser madre o ya lo es, entre los 25 y 34 años.

Un 27 por ciento de los casos en mujeres está entre los 15 y 24 años.

Gómez señala que la situación es preocupante, porque la edad de inicio de relaciones sexuales en el país es cada vez más temprana y todavía hay mucho que trabajar en la protección. Los adolescentes comienzan su vida sexual sin informarse del VIH y a corta edad terminan siendo personas con el virus.

Otro parámetro que llama la atención es el de los casos en provincias.

En el departamento este fenómeno va en incremento, asegura Gómez, pues pese a que el Cercado sigue siendo el municipio con mayor cantidad de casos positivos, el virus en poblaciones del Chapare y el Cono Sur cochabambino se han ido duplicando y hasta triplicando en los últimos tres años.

PROBLEMAS DE SALUD

Las personas con VIH pueden vivir con el virus en su cuerpo sin tener ningún signo que les alarme sobre el mismo.

Por eso, la mejor forma de detección es mediante la prueba rápida confidencial que se debe hacer antes de iniciar una relación sexual.

Conocer el diagnóstico es protegerse a uno mismo y a la pareja, indica Gómez, quién asegura que el machismo en nuestra sociedad sigue siendo uno de los obstáculos para prevenir la enfermedad.

Todavía muchos hombres no quieren usar condón en las relaciones sexuales con sus parejas de confianza y tampoco se quieren hacer el examen.

Señala que son más las mujeres las que se someten a la prueba rápida, pese a que la mayor cantidad de personas con el virus es varón.

Si bien el VIH no presenta síntomas, el hecho de que la enfermedad disminuya las defensas repercute en la aparición de enfermedades oportunistas. En algunos casos las mujeres pueden presentar cambios en su salud, cuando la carga viral comienza a elevarse.

Por ejemplo, el periodo menstrual puede presentarse de manera irregular, puede tornarse más intenso, largo o doloroso.

La tensión en el periodo de ovulación de la mujer puede también provocar dolores de cabeza, irritabilidad y cansancio.

La enfermedad oportunista por la que se detectan la mayor cantidad de casos avanzados es la tuberculosis.

Toda persona con esta infección debe ser sometida a una prueba rápida de VIH. Los síntomas son la tos, la pérdida de apetito, peso, fiebre y sudoración nocturna.

Si la persona inicia un tratamiento lo más antes posible, la calidad de vida y expectativa mejorará.

La médico general del Instituto Para el Desarrollo Humano, Ighel Peña, indica que con el avance en los tratamientos antiretrovirales se ha conseguido que los pacientes con el virus puedan vivir más.

En Cochabamba hay mujeres y hombres que viven con el VIH desde hace más de 20 años.

Asegura que vivir con el virus y por mucho tiempo, ahora es posible, Todo es cuestión de uno.

No es contagioso

El VIH no es contagioso como la gripe o el sarampión.

Su transmisión solamente es posible mediante relaciones sexuales sin condón, transfusiones de sangre, amamantamiento del bebé.

El virus en cantidades suficientes solamente está presente en la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna.

Ingreso a Bolivia

Desde el año de ingreso del VIH a Bolivia, en 1984, se han registrado en todo el país 18.640 casos de los cuales 6.425 son en mujeres, es decir que la mayoría de las personas con el virus es varón.


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