martes, 25 de abril de 2017

Fibrilación Auricular

La Fibrilación Auricular (FA) puede ser persistente (con ritmo sinusal) o permanente (si es crónico) y existir en individuos con o sin cardiopatía orgánica.

La literatura sobre este tema dice que está causada por el estrés emocional, postcirugía, intoxicación alcohólica aguda, hipoxia, hipercapnia, alteraciones metabólicas o hemodinámicas, hipertiroidismo, valvulopatía mitral, cardiopatía hipertensiva, EPOC, etc.

La FA, además, puede formar parte del síndrome de bradicardia-taquicardia.

Al margen de las palpitaciones que puede producir, La morbilidad de la FA depende de estos factores:

Respuesta ventricular: si es rápida, puede provocar hipotensión arterial, disnea por insuficiencia cardíaca o angina.

La pausa tras la FA paroxística puede provocar síncope.

Tromboembolias sistémicas.

Pérdida de la contribución de la contracción auricular al llenado ventricular. Esto puede disminuir el gasto cardíaco, sobre todo en cardiopatías en las que hay disminución de la compliance ventricular o dificultad para el llenado, como en la estenosis mitral o en la miocardiopatía hipertrófica.

Por último, una FA crónica (y también otros tipos de taquicardias) con una frecuencia cardíaca muy elevada de forma mantenida, puede producir a veces una miocardiopatía con disfunción del ventrículo izquierdo (taquimiocardiopatía).

Cuando en una FA aparezca un ritmo ventricular regular y lento, el médico debe sospechar de Bloqueo Aurículo Ventricular (BAV) completo con un ritmo de escape.

Cuando la respuesta ventricular se haga regular y rápida, hay que sospechar taquicardia de la unión o ventricular.

La intoxicación digitálica es una causa común de ambos fenómenos, más frecuentemente del primero.

TRATAMIENTO

El tratamiento de la FA se basa en cuatro abordajes fundamentales:

La cardioversión de la fibrilación auricular se puede hacer mediante fármacos antiarrítmicos o mediante cardioversión eléctrica, siendo esta la más eficaz.

En los casos en los que el paciente presente inestabilidad hemodinámica en relación con la arritmia, el médico realizará cardioversión eléctrica inmediata.

Enfoque clásico: se realiza anticoagulación durante las 3-4 semanas previas a la cardioversión y durante al menos las 4 semanas posteriores. La indicación de mantener la anticoagulación de forma crónica se hará según los criterios que se describen después. Hoy en día, la tendencia es prolongar la anticoagulación posterior varios meses, ante el riesgo de recidiva.

Cardioversión guiada por eco-transesofágico: en este caso se realiza el estudio, y si no hay trombos auriculares, se realiza la cardioversión (generalmente eléctrica) sin realizar anticoagulación reglada previa. Sí es necesaria la anticoagulación posterior, como en el enfoque clásico. La eficacia de la cardioversión está en relación con la duración del episodio y con el tamaño de la aurícula izquierda, siendo menor en la FA de largo tiempo de evolución (> 6 meses) y en las aurículas dilatadas (>5cm).

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