domingo, 14 de agosto de 2011

Detectan a 10 embarazadas con VIHSida




Entre 2007 y 2011, 10 mujeres de la ciudad de El Alto contrajeron con el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) mientras estaban embarazadas. Pero todas lograron, mediante un tratamiento con retrovirales, que sus hijos nazcan sin ser contagiados, según información del programa VIH sida del Servicio Regional de Salud (Seres) de esa urbe.

Cuatro de las 10 mujeres que vivieron esa experiencia volvieron a embarazarse pese a ser portadoras del VIH, aunque también lograron que sus hijos vivan sin contraer el virus.

Entre enero y julio de esta gestión, el programa de VIH-Sida de El Alto registró 39 casos de personas infectadas con el virus, cuatro más que el 2010. Del total, se detectaron a dos mujeres embarazadas y con VIH, informó el responsable del programa, Juan Vega, quien indicó que ahora ellas reciben el tratamiento médico integral en sus controles prenatales para evitar infectar al feto.

Para Vega, el hecho de que se hayan detectado en siete meses más casos que durante todo el año pasado, no significa que el mal se esté propagando. “Imagínese, en un semestre estamos superando lo que el pasado año teníamos en 12 meses, esto puede significar que nuestro sistema de vigilancia está mejorando a través de los diferentes centros de salud”.

El Seres de El Alto realiza las pesquisas desde el 2007, pues antes las hacía el Centro Piloto de la ciudad de La Paz. El galeno dijo que las mujeres embarazadas pueden someterse a una prueba rápida y gratuita.

“Si no estoy equivocado, en mayo del pasado año el Ministerio de Salud emitió la Resolución 521, en la que se establece que toda mujer en etapa de gestación debe someterse a la prueba rápida y gratuita de detección del VIH, algo que después se logró ampliar a todo aquel que esté interesado”.

Prevalencia. El grupo etáreo más vulnerable y en el que se presentan con mayor frecuencia los casos de VIH sida, está entre los 25 y 34 años.

Un segundo grupo está entre los 15 y 24 años de edad, siendo los varones los que presentan un mayor índice.
La relación de los portadores de este virus es dos varones por una mujer, lo que significa que “el sexo masculino es el que con mayor frecuencia se infesta con el virus”.

El responsable del Programa VIH sida comentó que ahora se considera que toda la población está en riesgo y con mayor incidencia en las personas sexualmente activas, a diferencia de años anteriores en los que se focalizaba a grupos de homosexuales primero y luego a trabajadoras sexuales, así como a hombres que se dedican a la prostitución.

“No es algo que debe alarmarnos, pero sí debemos tener la información necesaria para saber cómo actuar y sobretodo cómo prevenir”.

El Centro Integrado de Educación Sexual (CIES) lleva adelante en la ciudad de El Alto un proyecto denominado “mejoramiento de las condiciones de salud en población de vulnerabilidad o población calle”, con el que se trabaja en salud sexual y reproductiva.

“El proyecto está dirigido a la población de entre los 10 y 19 años, porque se constituye en un puente de transmisión ya que algunas adolescentes llegan a trabajar como meretrices. En ese sentido orientamos en lo que se refiere a métodos de protección en contra de enfermedades de transmisión sexual”, explicó el Gerente Regional del CIES El Alto, Wenceslao Quispe.

Indicó que de 80 pruebas rápidas que se practican cada mes, cinco dan positivo en VIH, es decir, el 6,5 por ciento, y luego se los deriva al Seres para su confirmación. “Las pruebas rápidas solo se practican a hombres y mujeres entre los 10 y 19 años. En este grupo, no se ha detectado ningún caso de mujeres embarazadas con VIH”.

El Gerente Regional de El Alto calculó que existen alrededor de 2.000 personas, entre esas edades que viven en “condición calle” y que esta cifra tiende a subir porque estas personas tienen sus hijos y otras se suman a vivir en esas condiciones.

En la gestión 2010, se reportaron 5.830 personas infectadas con el VIH sida en Bolivia, desde 1984 cuando se detectó el primer caso. Desde entonces, 614 personas fallecieron víctimas de esta enfermedad. Se estima que de un caso registrado, otros 10 no fueron detectados por las autoridades.

Prevención, lo más importante

El responsable del programa VIH-Sida del Servicio Regional de Salud (Seres) de El Alto, Juan Vega, dijo que los datos sirven para poder prevenir y realizar campañas a nivel macro, e incluso para incentivar la comunicación en los hogares.

Los antirretrovirales pueden evitar el contagio

Una mujer embarazada y portadora del VIH podrá dar a luz a un niño sano, si es que sigue un tratamiento adecuado y no amamanta al bebé cuando este nazca, explicó el responsable del programa VIH-Sida dependiente del Servicio Regional de Salud (Seres) de El Alto, Juan Vega.

Agregó que la transmisión del VIH de madre a hijo se puede producir durante el embarazo, así como en el parto o después del alumbramiento a través de la lactancia materna.

Sin embargo, “este riesgo de transmisión es posible reducirlo administrando un tratamiento con fármacos antirretrovirales durante el embarazo y después del parto”.

La reducción de riesgo también puede ser posible al practicar una cesárea y, por último, la madre debe evitar dar de lactar al bebé, siempre y cuando la alimentación alternativa sea segura para el niño. “De lo contrario, se recomienda alimentar al bebé con leche materna únicamente durante los primeros seis meses”.

Si bien es posible que el bebé no presente signos físicos inmediatos en su nacimiento, la infección puede aparecer en un período posterior de dos a tres meses.

“Los niños que nacen con el virus pueden desarrollar infecciones o enfermedades oportunistas, las mismas que se pueden presentar en sistemas inmunitarios debilitados”.

A diferencia de los niños, los adolescentes y jóvenes que contraen el VIH, generalmente no muestran síntomas en el momento de la infección, incluso éstos pueden demorar hasta 10 años o más en aparecer.

Los fármacos que se utilizan para controlar el VIH tienen tres características: obstaculizan la reproducción del virus de su material genético con fármacos clasificados como nucleósidos o nucleótidos antirretrovirales; una segunda es que obstruyen la enzima que necesita el VIH para absorber ciertas células del cuerpo humano, y una tercera es que obstaculizan la capacidad de reproducción del virus con inhibidores de la transcriptasa inversa no nuclosídicos.

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