viernes, 29 de enero de 2016

El Niño y el zika se alían contra el continente americano

Las temperaturas extremas que el fenómeno de El Niño generó en los últimos meses encendieron las alarmas en América al favorecer con altas temperaturas y humedades la reproducción del mosquito transmisor del virus del Zika.

El fenómeno natural, originado en aguas del Pacífico y de un poder destructivo que puede provocar desde inundaciones hasta sequías, elevó los termómetros a niveles históricos y hace temer que su impacto llegue al registrado entre 1997 y 1998.

En Estados Unidos, las autoridades meteorológicas señalan que la principal consecuencia fue un menor número de huracanes en el Atlántico en la temporada pasada, así como que 2015 fue el año más cálido para la Tierra desde que comenzaron los registros climáticos hace 136 años.

En América Latina, las autoridades vincularon ese ascenso de las temperaturas con las condiciones para la propagación del mosquito "Aedes aegypti", el vector del zika, el dengue, el chikunguña y la fiebre amarilla, que crece y se reproduce en climas tropicales y áreas de estancamiento de agua.

Brasil sufre desde hace meses pertinaces sequías en el noreste y caudalosas lluvias en el sureste que causaron inundaciones y movilizaron a unos 220.000 soldados que reforzarán las campañas de prevención de enfermedades.

Según la Fundación Oswaldo Cruz, un organismo brasileño científico oficial, las lluvias han generado condiciones para la aparición de criaderos del mosquito "Aedes aegypti".

En Brasil se teme que el zika esté asociado a los casi 4.200 casos de bebés con microcefalia, el crecimiento deficiente del cráneo en los recién nacidos.

En Colombia, el más reciente boletín epidemiológico habla de un total de 16.419 casos de zika, de los que 890 son embarazadas.

Según el Gobierno colombiano, el 57,5% de los casos de esas enfermedades se registra en zonas de clima tropical afectadas por las elevadas temperaturas, que en el caso de la capital llegó al récord histórico de 25,6 grados centígrados.

El Niño también afectó con fuerza al Cono Sur, en donde las inundaciones desplazaron a miles de personas y generaron depósitos de agua propicios para la aparición de insectos.

Argentina sufrió las crecidas de los ríos en la zona noreste del país -conocida como El Litoral-, que provocaron fuertes inundaciones durante la pasada Navidad y obligaron a unas 30.000 personas a recibir el Año Nuevo evacuadas de sus casas.

La zona noreste es ahora también la más castigada por el dengue, con dos provincias (Misiones y Formosa, fronterizas con Paraguay y Brasil) en situación de emergencia por un "brote epidemiológico" de al menos un millar de casos diagnosticados.

Desde el Ministerio de Sanidad argentino apuntaron que las elevadas temperaturas y las lluvias provocaron que este año las semanas de mayor incidencia del dengue, que normalmente son en febrero y marzo, se adelanten.

Las inusuales precipitaciones también hicieron aumentar el caudal del río Paraguay, que anegó barrios enteros de Asunción, donde provocó que unas 100.000 personas abandonaran sus hogares.

Paraguay, en donde las temperaturas alcanzaron los 40 grados centígrados, decretó una alerta epidemiológica tras registrar desde 2015 unos 4.298 casos de chikunguña y detectar la circulación del Zika en zonas fronterizas con Brasil.

El Niño mantiene hasta ahora una intensidad fuerte en la región Andina, específicamente en Perú con un calentamiento anómalo de la temperatura del mar que llega hasta los 3 grados por encima del promedio histórico, aunque no se han generado lluvias.

Ecuador pronosticó el incremento en la intensidad y frecuencia de las precipitaciones de forma progresiva, durante febrero y marzo de 2016, y confirmó 17 casos (9 autóctonos y 8 importados) de personas afectadas por el virus del Zika.

En Bolivia al menos 15 personas murieron y 22.541 familias resultaron damnificadas por las lluvias y la sequía en los dos últimos meses como consecuencia de El Niño.

Cuba vio también un incremento de las lluvias durante enero, superiores en más del doble a la media histórica del mes, a pesar de tratarse de la estación seca del año.

En Centroamérica, las autoridades panameñas responsabilizan a El Niño de la severa sequía que se siente en el país, una de las peores en los últimos 100 años.

El Salvador está sufriendo un incremento promedio de temperaturas de 0,3 grados centígrados por El Niño y el caudal de los ríos podría disminuir hasta un 85%.

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