Dicen que todos los profesionales se equivocan alguna vez, incluso los especialistas médicos. Por ello es que hay pacientes que no se conforman con una sola versión y recurren a la segunda opinión de los especialistas. Pero ¿en qué casos es recomendable y en cuáles no?
Por dudas o desconfianza. Para Rodrigo Vallejos, trabajador social de una clínica privada, una de las causas más frecuentes para solicitar una segunda opinión médica es la desconfianza del primer galeno al que se acude. "Es aconsejable acudir al profesional en el que el paciente confía, además de que ello le servirá para contrastar la primera versión, también ampliará -de alguna manera- el conocimiento sobre la patología que padece", señaló.
Casos graves. Ahora bien, si un paciente se enfrenta a un diagnóstico severo, la segunda opinión ofrece la posibilidad de recopilar toda la información del caso y recurrir a un especialista reconocido para contrastar los datos y recibir una visión complementaria. "Cuando síntomas similares apuntan a enfermedades diferentes este servicio puede resultar cuestión de vida o muerte", apuntó la oncóloga Romina Vargas.
Tome nota. Además, ante una patología claramente diagnosticada (una hernia de disco, por ejemplo), puede haber varias posibilidades de encarar el problema. La segunda opinión ayuda a entender qué es lo que quiere el paciente.
No hay que exagerar. Ambos profesionales coincidieron al indicar que en caso de dolencias 'simples' como una cefalea, fiebre o gripe común, no es necesario recurrir a un segundo especialista médico.
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