martes, 13 de septiembre de 2011

Adiós a los cálculos renales

Cerca del 15% de la población padecerá de cálculos en los riñones, uréteres o vejiga en alguna etapa de su vida, por ello es necesario saber qué hacer si uno tiene este problema. Existen cirugías y nuevos procedimientos que se adecuan al caso de cada paciente, entre ellos está el uso del láser, que permite un tratamiento menos invasivo y sin cortes.

En una edición anterior ya hablamos sobre el problema de los cálculos en los riñones en sí, sus síntomas, causas y medidas de prevención. Aunque no está demás recordar que estos pueden ser de diversos tamaños, muchas veces provocan dolor en los riñones o en la espalda, como una sensación de cansancio permanente, otras veces se manifiestan con infecciones o sangrado por la orina.

EN CASOS LEVES. Por lo general, el urólogo recomienda hacer tratamiento solamente si estos cálculos dan problemas. "Si los cálculos son menores de 2 cm rutinariamente el tratamiento no es cirugía sino Litotricia Extracorpórea (Leoch)", señalan Dayler Patiño Robles y David Rubín de Celis, cirujanos urólogos del centro Uroláser.

La litotricia es un procedimiento de mínima invasión y sin corte, dura aproximadamente una hora, describen los expertos. "Se trata al paciente mediante una máquina que genera energía que se transmite directamente a la piedra en el riñón y la quiebra en muchos fragmentos pequeños sin necesidad de internación clínica u hospitalaria y casi sin complicaciones", añaden.

PROBLEMA AUMENTADO. Ahora bien, cuando el cálculo es más grande y requiere tratamiento, los urólogos sugieren "la cirugía percutánea; es decir, una pequeña herida de 1 cm en la espalda por donde se introduce un delgado endoscopio a través del cual se visualiza la piedra y se rompe con la ayuda del láser", manifiesta Patiño.

"Actualmente, la cirugía con corte está indicada en algunos casos muy especiales, la mayoría de las cirugías son mínimamente invasivas", recalca a su vez Rubín de Celis.

PARA LAS PIEDRAS EN LOS CONDUCTOS. Por otro lado, cuando se trata de cálculos en los uréteres, que pueden ser de diversos tamaños, pero que generalmente son piedras menores a 5 milímetros, la mayoría de las veces son expulsados de forma espontánea; es decir, salen solos. Son los cálculos ureterales más grandes los que, por lo general, necesitan tratamiento, especifican los expertos. "Actualmente, la endoscopia es la vía de elección, para ello se utilizan finos instrumentos semirrígidos o flexibles que alcanzan los conductos (uréteres), una vez visualizados los cálculos, se rompen con la ayuda del láser y los pedazos son retirados", añaden.

CUIDADOS Y EXCEPCIONES. En todos los casos, los cuidados después del tratamiento son mínimos. "Al día siguiente el paciente puede hacer sus actividades normales, es solo en la primera noche que requiere guardar reposo", agrega Patiño.

Por lo general, se le recomienda una dieta blanca y tomar mucho líquido después del tratamiento.

Cabe señalar, dice Patiño, que el uso del láser está indicado en todos los pacientes, "más aún en aquellos que tienen problemas mayores como diabetes, cardíacos y problemas de coagulación. Aunque está contraindicado para quienes tienen marcapasos y problemas de obesidad mórbida, donde no puede alcanzar el tamaño del equipo" concluye.

UNA OPCIÓN

En Uroláser (calle Ballivián 763) se ofrecen tratamientos para los cálculos.

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